Lesiones del tendón de Aquiles
El tendón de Aquiles o tendón calcáneo es el más potente del
cuerpo humano. Es el tendón del músculo tríceps sural de la pierna, constituido
por los gemelos (gastrocnemios)
y el soleo. Se inserta
en la parte posterior del hueso calcáneo, a nivel del talón. Existe una bursa
entre el hueso y el tendón en la parte superior de esta unión, llamada bursa retrocalcánea. La
función principal de este tendón es la flexión plantar del tobillo, en la marcha al caminar y al correr o saltar. Soporta fuerzas de
hasta 10 veces el peso corporal en estas actividades.
El
tendón de Aquiles mide unos diez centímetros de largo y aproximadamente uno de
ancho en su tercio central, donde su sección es más circular.
Podríamos
clasificar las lesiones del tendón de Aquiles en dos grupos:
Roturas
del Tendón, suelen ser agudas, muy incapacitantes, y en casi todos los casos se
tratan quirúrgicamente.
Tendinopatías,
habitualmente se hacen crónicas. El término tendinitis lo hemos abandonado
porque casi nunca existe inflamación muy evidente, salvo en algunos momentos.
Están más en relación con el sobreuso, casi siempre en deportes en los que
predomina la carrera y el salto. También se ven en personas sedentarias de
mediana edad más en diabéticos y obesos. El tratamiento conservador resuelve la
mayoría de los casos.
Cuando
el tendón de Aquiles se rompe lo hace frecuentemente de forma completa y
brusca. Lo más frecuente es que el paciente, casi siempre deportista, note un
dolor fuerte y agudo, con la sensación de que alguien le hubiera pegado una
patada. A veces se escucha el desgarro del tendón. A partir de ese momento no
se puede continuar con la actividad ni apenas caminar.
Muchos
de los deportistas que sufren esta grave lesión no tenían molestias en el
tendón previamente. La mayoría hacen deporte los fines de semana o
esporádicamente, pero no realizan un programa de fortalecimiento y
estiramientos que previene en cierto modo esta patología. Es común sufrirla en
fútbol, baloncesto, squash, tenis, carreras de velocidad o saltos.
En
personas sedentarias puede darse ante un paso o pequeño salto brusco, o
bailando o realizando alguna actividad similar a la que no se está habituado.
Se
ha evidenciado degeneración del tejido del tendón como factor fundamental que
favorece la lesión. El término para denominar esta degeneración estendinosis.
Tratamiento
de la Tendinitis Aquílea
Como
en todos los casos de tendinitis, y en especial en el caso del tendón de
Aquiles, el tratamiento más efectivo es la inmovilización inmediata. De esta
manera reducimos la tensión sobre el tendón y favorecemos su recuperación.
Se
puede ayudar a reducir la inflamación colocando bolsas de hielo en la zona
afectada, durante unos 20-25 minutos.
También
es muy importante la recuperación física de la zona afectada con ejercicios de
fortalecimiento, masajes y estiramientos. Siempre es recomendable utilizar los
servicios de un fisioterapeuta para lograr que la recuperación sea rápida y
óptima.
Si
el dolor y la inflamación son severos conviene visitar a un médico traumatólogo
para que haga una valoración de los daños sufridos y si es necesario utilizar
medicación adicional para la completa recuperación.
Otras
lesiones en el tendón de Aquiles
La
Tendinosis Aquílea es una degeneración que sufre el tendón de Aquiles,
ocasionada por una repetición frecuente de tendinitis mal curadas.
Al
hacer trabajar en exceso al tendón de Aquiles en condiciones no óptimas y no
dejar tiempo suficiente para que se recupere perfectamente, la Tendinitis puede
derivar en Tendinosis.
Bursitis
Aquílea
Se
trata de una inflamación en la bursa, que es la membrana que rodea al tendón de
Aquiles protegiéndolo del roce contra el hueso.
Rotura
del tendón de Aquiles
Si
no se toman medidas adecuadas a tiempo, cuando sentimos los primeros dolores e
inflamación, tales como el reposo absoluto durante un período de tiempo, se
puede producir la rotura del tendón de Aquiles por sobrecarga o estiramiento
extremo. También se puede producir la rotura por caída o golpe brusco en la
zona del talón cuando corremos.
Ejercicios de fortalecimiento
Estos ejercicios tienen como objetivo fortalecer el tendón
de Aquiles y los músculos de la pantorrilla. El tendón se debe estirar antes de
ser fortalecido. Caída del talón y el ejercicio de llover son ampliamente
utilizados en el tratamiento de la tendinitis.