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Las transaminasas son enzimas que encontramos en el interior de las células hepáticas, que entre otros aspectos permiten a nuestro organismo la transformación de determinadas sustancias.
Existen dos grupos de transaminasas:
Las GOT (transaminasa glutamicooxalacética) y la GPT (transaminasa glutamicopirúvica).
Tipos de transaminasas
- GOT o ALT: la encontramos en casi todos los órganos, así como en el interior de las células. Cuando encontramos niveles altos de GOT en sangre significa que se ha producido una destrucción celular.
- GPT o AST: la encontramos sobretodo en el hígado. Su misión es la fabricación de glucosa.
Niveles normales de transaminasas
Aunque estos valores pueden variar un poco entre los diferentes laboratorios, básicamente son los siguientes:
- Valores normales GOT-ALT: 0 y 37 U/L.
- Valores normales GPT-AST:0 y 41 U/L.
También nos podemos encontrar con la transaminasa GGT, cuyos valores normales se sitúan entre 11 y 50 U/L.
Como proteger nuestro hígado y evitar una posible alteración de las transaminasas.
- Ingesta de fármacos, sobre todo antibióticos. Cualquier medicamento que consumamos tiene que pasar por el hígado para metabolizarse, por lo que la toma de éstos puede dificultar, dañar y perjudicar las funciones de nuestro hígado.
- Consumo elevado de proteinas. Las transaminasas hemos comentado que se encargan de partir aminoácidos y formar otros nuevos, por lo que si nuestra dieta es muy rica en proteinas, sobrecargaremos a nuestro hígado de trabajo pudiendo perjudicarlo.
- Consumo elevado de grasas de mala calidad. Sobre todo las trans o hidrogenadas, escondidas con gran disimulo en muchos alimentos para que no nos demos cuenta, pero que son puro veneno para nuestro hígado.
- Alimentos procesados e industrializados. Muchos médicos ni siquiera lo piensan, pero cada día son más los alimentos que se cargan de lacra y aditivos nocivos para la vida humana. Los conservantes y los colorantes, principalmente, también dificultan y dañan las funciones hepáticas.
- Estrés. El estrés es un arma de doble filo, no dudéis ni un momento que una temporada de estrés (melancolía, tristeza, depresión, preocupaciones, trabajo) pueda elevar nuestros niveles de transaminasas. Cada vez que nos estresamos, todos nuestros órganos, no solo el hígado, entran en estado de alarma y se ponen a trabajar al 200 %, aunque no haya motivo ninguno para ello, pero estas sobrecargas nerviosas siempre pasan factura.
- Falta de sueño. Es así de simple, si duermes poco no te recuperas. Las horas de descanso son cruciales para el organismo, ya que es el único momento del día donde nuestros órganos pueden repararse y limpiarse. Si las horas de sueño son escasas, tus filtros no se limpiarán adecuadamente, sobre todo el hígado.
- Piedras en la vesícula. Los colapsos de las vías biliares pueden elevar también los niveles de transaminasas, la vesícula es donde nuestro hígado guarda la bilis que produce para que se puede verter sobre los alimentos que digerimos y de esta manera asimilar los nutrientes correctamente.
Cómo bajar las transaminasas
Ejemplo de comidas que podríamos hacer en un día para apoyar las funciones hepáticas de manera natural y así normalizar los niveles de transaminasas.
Dieta :
Desayuno: Un vaso de agua, zumo de manzana natural, 50 gramos de almendras, una cucharada de aceite de oliva virgen y una infusión de cardo mariano.
Almuerzo: 50 gramos de jamón ibérico y un plátano.
Comida: Ensalada de canónigos, espinacas, cebolla y pepino, un yogur natural y una infusión de cardo mariano.
Merienda: Una pera.
Cena: Puré de calabaza y zanahoria con un filete de merluza. Infusión de diente de león o boldo.
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